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  • Abril 6, 2020

Cómo afrontar la salud mental y la ansiedad en cuarentena

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Cómo afrontar la salud mental y la ansiedad en cuarentena

Tiempo de lectura 3 minutos

La ansiedad y angustia que devienen propias de la incertidumbre son esperables o normales en el contexto de la pandemia por Covid-19 que nuestro país y el mundo están enfrentando. Es por esto que es importante desplegar medidas de cuidado personal y mental para evitar que dichas emociones nos embarguen y nos afecten negativamente.

Sin duda saldremos adelante, y estas semanas de confinamiento se pueden convertir en una oportunidad para reevaluar nuestras metas, prioridades y afianzar los proyectos educativos y personales que nos hayamos propuesto.

A continuación algunos consejos para fortalecer nuestra salud mental, y para lidiar con la ansiedad que nos puede invadir producto de la crisis epidemiológica:

  1. Establecer Rutinas

La vida de las personas se compone de hábitos, actividades formales y de ocio, así como rutinas que se naturalizan y automatizan en la cotidianeidad. Es en esta situación excepcional de pandemia en que las personas en general toman conciencia de cuán apegados están a sus rutinas, y la necesidad de aquellas para el bienestar emocional.

Sabemos que tarde o temprano la mayoría de nuestras actividades se reanudarán, y es por ello que hay que sostener e instalar rutinas  saludables  y productivas que ayuden a estructurar el tiempo de manera funcional en este período de cuarentena, para darle continuidad a nuestros proyectos de vida.

Puede ser de gran ayuda armar una agenda semanal que estructure la hora de levantarse, tiempo de dedicación para el estudio autónomo o bien las actividades del colegio. También se deben estructurar las tareas domésticas, tiempos de actividad física, lecturas de placer, ocio y comunicación mediante redes sociales.

En esta rutina es importante tener espacios físicos delimitados para las diferentes actividades. El espacio de estudio que sea diferente al de descanso u ocio, por ejemplo.  Se deben acordar con la familia la división y respeto de espacios, de manera que puedan cohabitar de manera armónica las diferentes rutinas de sus integrantes.

También se recomienda sistematizar hábitos de aseo personal y de cambio de ropa, para establecer cambios que delimiten y separen nuestras distintas actividades (no realizar  actividades domésticas, estudio o actividad física con el pijama, por ejemplo).

  1. Prácticas Saludables

La gestión del cuidado personal es clave en el confinamiento. Vinculado a la idea de establecer rutinas, se deben tener prácticas saludables con el descanso. En promedio, se debe resguardar tener descanso nocturno de 7 a 9 horas de sueño. Se debe ser persistente en el sostenimiento de este hábito.

También se recomienda sobrellevar una alimentación saludable junto con actividad física. Una hora de actividad física diaria es central para disminuir el estrés y la ansiedad. En diversas plataformas virtuales (Youtube, Facebook, Instragram) existen tutoriales y rutinas ideales para ejecutar en casa. Es importante delimitar un tiempo y rutina física que se adecúe a nuestro espacio y características personales de agrado y nivel de acondicionamiento físico.

El estudio del colegio o de preparación de la Prueba de Transición a la educación superior también debe ir acompañado de momentos de ocio o diversión.  Videojuegos, música o ver series son también necesarias, pero delimitándolas de manera funcional con nuestras responsabilidades educativas y deberes domésticos.

En el caso de sentir  mucha ansiedad, te recomendamos establecer dos momentos al día de respiración profunda o diafragmática, que ayuda a relajarnos progresivamente.  Esta respiración se caracteriza por realizar una inspiración  y exhalación lenta y profunda. En Youtube puedes encontrar tutoriales para su ejercitación.

  1. Apertura Emocional

Es recomendable tener tiempo personal para conectarnos con nuestras emociones, reconocer qué nos pasa, qué sentimos. Es aconsejable escribir en un documento personal lo que sentimos. Sirve como una válvula de escape y liberación de la tensión que nuestros pensamientos nos pueden generar.

Es también muy importante comunicar nuestras emociones, nuestros miedos, inseguridades y frustraciones propios de nuestro estado de catástrofe.  Es por ello que será vital expresar nuestras emociones con nuestros cercanos, o bien con quiénes nos sentimos cómodos para hablar. Hablar ayuda a liberar tensiones y pensamientos negativos que se van acumulando y si no los manifestamos, nos terminan por enfermar con cuadros de estrés, angustia o incluso depresión. Hablar honestamente de lo que nos pasa es una forma positiva de canalizar la tensión emocional.

Si nuestras emociones son difíciles de contener o nos embargan muchos pensamientos que no nos permiten funcionar en nuestra rutinas, es fundamental hablar de esta situación en la familia, para pedir ayuda virtual de algún profesional de la salud mental.

  1. Unión y comunicación virtual

Mantenernos unidos a nuestros seres queridos que no pertenecen a nuestro hogar es también importante. Afortunadamente en la actualidad existen una serie de plataformas virtuales que nos permiten mantenernos conectados y unidos a quiénes queremos y nos hacen sentir bien. Delimitar espacios para chatear, hablar por teléfono o ejecutar videollamadas será también importante, para mantener vínculos y sentirnos acompañados en este confinamiento.

Por último, si bien sabemos que las redes sociales nos permiten informarnos y estar conectados al mundo, se hace necesario dosificar su consumo. Ver exceso de noticias o publicaciones sobre el acontecer de la epidemia nos puede generar una preocupación paralizante o poco productiva.

 


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