El desafío de autogestionarse: Consejos para egresados que preparan la PSU

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En un gran porcentaje, los estudiantes Egresados compatibilizan trabajo y estudio para preparar la PSU; otros – los menos – sólo están enfocados en el preuniversitario. Las razones para estar ahí son diversas. Algunos no lograron entrar a la carrera que querían, otros desean cambiarse y prefieren dar la PSU de nuevo, un grupo no ha decidido aún qué quiere estudiar y está dándose el año para decidir.

Al comenzar este año, las matrículas de estudiantes que ya egresaron del colegio y están preparando la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en el Preuniversitario Pedro de Valdivia ya superan las nueve mil. Esto lo convierte en un grupo numeroso, que por la etapa que están viviendo requieren una alta dosis de autodisciplina para alcanzar el éxito.

“Desarrollar esta competencia no sólo le será beneficioso al estudiante para el proceso de selección sino que también para su etapa de estudios universitarios, en donde debe ser capaz de responsabilizarse de su propio proceso de aprendizaje”, dice Beatriz Rivera, Directora Nacional Orientación de Preuniversitario Pedro de Valdivia.

El desarrollo de esta habilidad requiere que el estudiante sea capaz de reconocer sus fortalezas y debilidades, para así aprender a afrontar aquellas tareas que podría interpretar como estresantes. “Esto es clave, ya que muchos estudiantes refieren síntomas relacionados al estrés o ansiedad ante los diversos desafíos que se presentan en la preparación de la PSU”, comenta Beatriz. En ese contexto, la autodisciplina surge como una estrategia que permite al estudiante ordenar sus necesidades y concretar los pasos a seguir.

Sin embargo, es importante reforzar además la motivación intrínseca. “Es importante comprender las razones internas que mueven al estudiante para querer lograr el objetivo. Mientras más solidez tengan los propios argumentos, la autodisciplina se construirá de manera clara y efectiva, y no de forma mecánica”, comenta.

En esta línea, para el grupo de nuestros estudiantes que ya egresaron del colegio, la etapa del preuniversitario es un interesante desafío, ya que necesitan aprender a usar su tiempo disponible de forma consciente y responsable. “La idea es que piensen no sólo en lo que deben hacer, sino que conectados con sus propias necesidades, verificando paso a paso sus estrategias para definir lo que aporta a su crecimiento y lo que no”, comenta Rivera.

Este contexto permite al estudiante conocerse y generar nuevas normas de autorregulación, pues ya no existen figuras externas que marquen las pautas de disciplina. “Además, los padres juegan un rol fundamental, ya que deben permitir este ejercicio de autonomía por parte de los jóvenes, más allá de lo beneficioso que podría ser desde el punto de vista académico, es parte de las tareas propias de su ciclo vital”, comenta Beatriz.

La autodisciplina es entonces, resultado del autoconocimiento, por lo que en el contexto de un preuniversitario, los estudiantes tiene la oportunidad de entrenarse, prepararse para la vida universitaria, conociendo sus ritmos y estilos de aprendizaje, e identificando sus prioridades.

 

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