No saltes de un tema a otro sin mayor conexión. Cuando estudies un nuevo tema busca conectarlo inmediatamente con otro que ya hayas estudiado y que recuerdes bien. Si no logras conectarlo, destácalo en un color llamativo y vuelve sobre el tema cuando algo que estudies más adelante o simplemente luego de algunos días, logres ver con claridad la conexión con algo que ya sabías.

Hay quienes aprenden mejor cuando leen en silencio, hay quienes aprenden mejor cuando resumen los contenidos en un gráfico o dibujo, otros logran retener más información cuando dicen en voz alta o cuentan a un compañero lo que leen y hay otros que aprenden mejor cuando inventan un acróstico o asocian un contenido a un movimiento o un gesto. Descubre tu modalidad preferida y úsala, especialmente con contenidos difíciles de retener.

Inicia el estudio leyendo un contenido (modalidad lecto-escritora). Luego cuéntaselo a un compañero (modalidad oral). Más tarde elabora un mapa conceptual o un dibujo como síntesis (modalidad visuo-espacial) y por último crea un acróstico o una serie de movimientos con tus manos o cuerpo, que representen los conceptos claves estudiados (modalidad kinestésica). Comienza siempre con la modalidad que más te agrade.

Si algo altera tu estado anímico durante el estudio, haz una pausa que te ayude a recuperar el buen humor. Escuchar o contar algunos chistes, ver videos de gaps de humor, llamar a una persona con la que te entretienes o comer tu postre favorito pueden ayudarte. Un estado anímico adecuado predispone al cerebro para retener lo que estudies. Todo aprendizaje es en primer lugar potenciado por tu sistema emocional.

Cuando debas estudiar largas listas de conceptos, palabras o números, divídelos en grupos de máximo 7 items por vez. Puedes escribirlos en fichas, o remarcarlos dentro de un mismo recuadro. Cuando tus ojos ven un listado corto, tu cerebro se predispone mejor a retener esa información de manera más rápida y con el menor esfuerzo. Luego de dominar el primer listado corto, estudia un segundo listado y le sumas de inmediato el primer listado estudiado (Repetición Acumulativa).

Está comprobado que cuando algo nos interesa podemos retener más información sobre el tema. Algunas cosas que puedes hacer para ayudarte con esto: (a) Intercala un tema de alto interés en tu hora de estudio seguido de un tema de menor interés y así sucesivamente. (b) Cuando vayas a estudiar un tema que te interesa poco, relaciónalo con un tema que sí te interesa, ve un breve tutorial o lee algo sobre dicho tema antes de estudiar el tema de menor interés. (c) busca un compañero de estudio al que le interese o motiven los temas que a ti no te motiven, y pídele que te explique o introduzca dichos temas. Luego haz tú lo mismo con otros temas para él.

estimula la oxigenación de tu cerebro cada 30 minutos, bebiendo un vaso de agua, moviendo los dedos de tus manos y pies, haciendo un movimiento de rotación de las muñecas y de los tobillos. En 2 minutos aproximadamente podrás obtener hasta 15% más de oxígeno disponible para pensar mejor.

te servirá cambiar la modalidad en la forma que estás trabajando con la información: pasa de una lectura a un audio, o de un tutorial en internet a escribir tu propio resumen del tema. Existen 4 modalidades básicas de procesar información: (a) Escuchar/hablar, (b) Leer/escribir texto, (c) Leer/Dibujar gráficos o tablas y (d) actividades con movimiento.

busca sentarte más cerca del profesor, busca contacto visual con él y haz el ejercicio mental de aplicar el contenido inmediatamente a una situación real. Asegúrate de poder ver siempre la pizarra o la pantalla cuando el profesor esté explicando.

Cuando te organices para estudiar distribuye el tiempo en bloques de 40 minutos como máximo. Luego sigue 3 pasos: (a) Estudia en primer lugar el contenido más difícil de aprender o recordar, (b) luego estudia el contenido más fácil de aprender y (c) por último repasa brevemente todo lo estudiado.

Si te das cuenta que moverte mientras estudias te ayuda a concentrarte más, haz movimientos moderados, con la mano o un pie o con un objeto, sin causar molestia a los demás. Otras formas de generar movimiento pueden ser pasar a la pizarra, explicar algo a los compañeros e ir anotando en la pizarra las ideas claves o bien traspasa la información más importante que estudiaste a un papelógrafo, escribiendo palabras en tamaños grandes.

busca lugares con poco movimiento de personas, bajo nivel de ruido y pocas interrupciones cuando quieras estar en una zona de alta concentración. Identifica ruidos, luces u objetos que puedan ser distractores, busca eliminarlos y déjalos fuera de tu zona de concentración.