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  • Abril 19, 2021

Por qué la luz de la pantalla afecta en el sueño y qué consecuencias genera

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Por qué la luz de la pantalla afecta en el sueño y qué consecuencias genera

Tiempo de lectura 3 minutos

La situación actual ha potenciado aún más el uso de los smartphones, las tablets y computadores portátiles, tanto en el ámbito académico como en el personal. Hoy un joven entre 16 a 25 años puede pasar casi 14 horas frente a una pantalla, pues el contexto de pandemia lo obliga a estar estudiando y asistiendo a clases, además de utilizarlos como modo de distracción jugando videojuegos o visitando las redes sociales. Así es el caso de Rafael Ugarte, que con 16 años puede estar alrededor de un día completo frente a la exposición de la luz electrónica. 

Ugarte se encuentra cursando segundo medio en un colegio privado ubicado en San Carlos de Apoquindo. Comenzó su año académico con clases presenciales, pero luego de las medidas implementadas por el Gobierno tuvo que volver a las clases virtuales. Todos los días se despierta a las 07:45 am, y lo primero que hace, es revisar los WhatsApp pendientes. Se levanta, toma un desayuno liviano y una vez listo se dispone a prender su computador para asistir a clases desde las 08:00 am a 13:30 de la tarde, luego en su descanso, juega en promedio dos horas para distraerse. Desde las 17:00 hasta las 20:00 horas vuelve al computador a realizar tareas y guías por zoom con amigos. Posteriormente se prepara para acostarse viendo entre una o dos horas las redes sociales. 

Sin duda que el caso de Ugarte es como el de muchos. Dormir rodeados de fuentes lumínicas, así como la exposición a ellas justo antes de irse a la cama, se ha convertido en la tónica general durante estos días de confinamiento y telestudio. Sin embargo, esto repercute negativamente en la calidad del sueño y, por consiguiente, puede acarrear posibles problemas como el desarrollo de diabetes, obesidad o depresión.

Así lo afirma la doctora Evelyn Benavides, neuróloga del Programa de Medicina del Sueño de la Clínica Universidad de los Andes, quien recomienda evitar el uso de los aparatos con luz eléctrica unos minutos antes de irse a acostar ya que produce dificultades para conciliar el sueño. “La luz de estos aparatos altera la melatonina, hormona que regula la fase REM del sueño en la que nuestro cerebro se reorganiza y reposa”. La especialista aconseja que es importante ver la luz del día por lo menos media hora, ya que el cuerpo se activa y desactiva en función de la luz. “El tener luz electrónica engañamos a nuestro cerebro haciéndole entender que estamos de día, por ello, es fundamental descansar la vista un rato antes de acostarse”, señala. 

En estos tiempos se ha hecho difícil el poder reducir el tiempo de exposición a los aparatos electrónicos, es por eso, que Benavides aconseja que cada 40 minutos exista un descanso. “Es importante equilibrar el exceso de pantallas con deporte, lectura u otra cosa. Es clave reposar 15 minutos para evitar que la luz no nos dañe”, aclara.  

Hábitos para un buen descanso

Benavides explica que es necesario formar prácticas para un sueño de calidad. “Es importante dormirse entre 21:30 y 22:00 de la noche, para alcanzar las 8 horas necesarias. Al despertarse, aprovechar las primeras horas para realizar deporte, así uno está más activo recibiendo la luz natural. Para muchos, en estos días se ha vuelto común permanecer en pijama, sin embargo, la profesional insiste que vestirse mejora la salud mental en el cerebro, ya que entiende que es de día y logra asimilar un orden”. Asimismo, aclara que los niños menores de dos años no deberían tener contacto alguno con los aparatos electrónicos. Y que los jóvenes, que están en proceso de crecimiento deberían regular su uso. De hecho, recomienda que apenas se esté oscureciendo alejarse del estudio nocturno, evitar ver series de acción o terror y no agitarse, todo lo contrario, relajarse para preparar el sueño. 

 

Síntomas de un mal dormir 

La Dra. Benavides explica además, que los primeros síntomas de un mal dormir son los dolores de cabeza, malestares musculares, distracciones constantes, bostezos repetidos, entre otros.  “Eso quiere decir que no se descansó y si los dolores persisten durante tres semanas lo mejor es acudir a un especialista. Esto porque empieza la tentación de automedicarse, que puede ser, incluso, más perjudicial que la enfermedad que se quiere tratar”, señala la experta. Es por eso que, si no se logra conciliar el sueño, uno de los factores que puede estar provocando esto, son las luces violetas de las pantallas, sensibles a la retina del ojo. Por eso es clave regular el tiempo de uso, y tal como señaló la experta intentar equilibrar con deporte o leer algún libro antes de dormir, para producir un sueño de calidad.


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